Espero que encuentres motivante aprender cómo estas ideas generales aplican al eliminar males en ti mismo; para el auto mejoramiento espiritual. La mayor cantidad de malos pensamientos y emociones trates de arrancar de ti mismo, la mayor cantidad existirá.

Dado que yo mismo tengo ciertas preferencias por lo que quiero hacer, debo tener cuidado en dejarlas de legado teniendo en cuenta la dignidad de la ley. Por lo tanto, debo necesariamente hacerme más personal en este capítulo, y hacer mis prejuicios claros. Soy perezoso, y me molesta ver que la gente persiga metas de auto mejoramiento sin descanso, a través de métodos que no funcionarán y me quieren empujar a hacer lo mismo. Muy a menudo son la gente más adorable, y me encantaría unírme a ellos si pensara que tendrán éxito. Por otro lado, tal vez saben que la meta nunca será alcanzada por sus métodos, y yo soy un tonto por exponer lo que todos saben secretamente. Si no tuviéramos estos juegos, eso dejaría un vacío, ¿no es así? Estoy jugando el juego de rechazar juegos sin sentido, que puede ser el juego con menos sentido de todos.

Obviamente aquí existe el peligro de caminar en círculos, pero si alguien más supiera que hay en este capítulo, me gustaría que me lo dijera, para que pueda tomar un pequeño riesgo.

Una estructura es cualquier relación entre entidades que evita disolverse. El ser que conoces como un ser humano es una estructura, una organización de billones de entidades.

Lo extraño acerca de las estructuras, es que se disolverán por ambos éxito y fracaso, así que el problema, si quieres una estructura, es mantener cierta tensión en algún lugar entre los dos.

 Una estructura es cualquier relación entre entidades que evita disolverse. El ser que conoces como un ser humano es una estructura, una organización de billones de entidades.

La idea de que las estructuras se desintegrarán cuando son completamente exitosas me pareció peculiar, e hice una lista de apresurados ejemplos: un imperio victorioso inevitablemente se rompe en pedazos o colapsa cuando alcanza su cima y no es confrontado. Un hombre hereda una fortuna y se «arruina» a sí mismo con la disipación. El genio pierde la razón. «El poder corrompe». «Los buenos mueren jóvenes». Las religiones se resquebrajan en esquizofrenia y herejía. Una especie dominante misteriosamente se extingue. Una célula se divide en dos. El mago enloquece.

Por lo tanto la gente es cuidadosa con el éxito o el poder obtenido demasiado fácilmente en cierto nivel. En cierto nivel, la estructura invoca un límite auto impuesto sobre el éxito, incluyendo el éxito persiguiendo la consciencia espiritual. Los líderes espirituales continúan diciéndonos que el ego debe morir para renacer, pero nos retenemos. La estructura se preserva a sí misma.

El ego, la estructura mental, «se siente mejor» cuando tiene que contender con la tensión de amenazas a sí mismo. Nos sentimos «elevados» y energéticos cuando somos probados por posibilidades negativas: trabajo duro, disciplina, paracaidismo, carreras automovilísticas, guerras (hasta Vietnam —los vietnamitas del norte se elevaron con esa—los E.E.U.U. no porque no estaban amenazados), enfermedad, ayuno, ascetismo, juegos de azar, drogas, manejar sin cuidado, discutir, paranoia (amenazas inventadas), contender con el diablo y la magia negra, etcétera.

Claro que, si la definición negativa va demasiado lejos, la estructura colapsará, pero de alguna forma eso no nos molesta. Nos encanta preocuparnos sobre los peligros para la supervivencia humana. (A menos que sea uno real, como la bomba atómica o una guerra biológica. Entonces el riesgo es «irreal»; nos rehusamos a pensar al respecto.)

Como un proceso normal, nos definimos, encontramos quienes somos, por lo que nos produce desacuerdo. E identificamos a otros por lo que está mal en ellos: continuamos buscando hasta que encontramos alguna diferencia entre «nosotros» y «ellos». Las virtudes en otros son invisibles, no realmente interesantes.

Como un proceso normal, nos definimos, encontramos quienes somos, por lo que nos produce desacuerdo. E identificamos a otros por lo que está mal en ellos: continuamos buscando hasta que encontramos alguna diferencia entre «nosotros» y «ellos».

Nosotros seres humanos, casi solos entre las especies, hemos resuelto el problema de mantener tensión negativa siendo nuestro propio peor enemigo. Nunca podemos realmente superar «la naturaleza humana» en nosotros o en los demás, así que el juego continúa. Es claro que estamos recibiendo una recompensa por todos los escalofriantes hechos de la vida de los cuales nos quejamos: es lo que vende publicaciones.

El enfasis negativo resulta en una estructura intensificada y un ego más fuerte. Aún cuando algunas de estas actividades, como la autonegación, son llevadas bajo el estandarte de la búsqueda espiritual, el resultado es el mismo. En un nivel sutil sabemos que la mayoría de los intentos espirituales no tendrán éxito, pero continuamos manteniendo la fantasía de que son admirables. Muchos de nosotros no tenemos un intención real de tener éxito en disolver nuestro apego a la estructura e ir a otro plano de existencia.

¿Pero qué sucede con aquellos, sabios y serios, que fervientemente persiguen la iluminación a través de métodos tradicionales? Sabemos que los métodos negativos para elevarse no llevarán a una experiencia estable del espacio, entonces ¿qué es lo que hace a la yoga recompensante?

La razón por la que la yoga funciona cuando lo hace, está en el amor expresado entre el maestro y el estudiante, en la atención dispuesta del estudiante. Si limitas tu experiencia a fenómenos que estás totalmente dispuesto a concebir, tales como el contenido de una cueva en el Tíbet, ciertamente te elevarás tarde o temprano.

Pero cuan pronto camines fuera de la cueva, encontrarás a la gente comportándose de la misma forma en que lo hacía antes. Y si no estás dispuesto a ser la causa de su comportamiento, y amarlos como son, tu nivel de vibración bajará. Y puede que después pregones cuán malvado es el mundo, cuán corruptas son las ciudades, cuán pecaminosa es la gente.

En un nivel sutil sabemos que la mayoría de los intentos espirituales no tendrán éxito, pero continuamos manteniendo la fantasía de que son admirables. Muchos de nosotros no tenemos un intención real de tener éxito en disolver nuestro apego a la estructura e ir a otro plano de existencia.

Hasta ahora al estar seriamente preocupados por el mal, no sólo como un juego de tensión negativa, deberíamos observar que no necesitamos preocuparnos por el mal como una manifestación física: lo que sucede es que tales manifestaciones tienen su fuente en conceptos del nivel de espacio que existen en una posibilidad atemporal. Es como un concepto el que el mal sea real y esté siempre dentro de nosotros. Si no podemos aprender a lidiar con él en la tierra, estaremos plagados con él aún en el cielo.

Aún si no estás probando tu estructura, el motivo por purificarte a ti mismo —que te sientas espiritualmente impuro— prevendrá cualquier ganancia genuina hasta que aprendas a amar la impureza con la que comenzaste. ¿Puede que realmente algún ser piense que va a pasar a través de la eternidad del tiempo sin ni siquiera cometer otro error?

Muy seguido un vistazo de la iluminación te dará este mensaje: Regresa dónde empezaste y aprende a amarlo más.

Y si no estás dispuesto a ser la causa de su comportamiento, y amarlos como son, tu nivel de vibración bajará. Y puede que después pregones cuán malvado es el mundo, cuán corruptas son las ciudades, cuán pecaminosa es la gente.

Existe otra discapacidad a los métodos convencionales de auto-elevación: si te identificas con un sistema de estatus de valores espirituales, puede producir petulancia no amorosa hacia tus hermanos. La justicia de nuestras relaciones es exacta, y si no eres amoroso los resultados se manifestarán explícitamente. Puede que luego entonces te quejes, «Si estoy trabajando tan duro para ser puro, ¿por qué suceden estas cosas? ¿Por qué la gente me odia?» Pero no hay pureza más grande que el amor, aún cuando está corrupto y sin lavar.

La forma positiva para definir a tu ego es ser uno con la causa del mismo: ámalo como es, luego libremente escoge el comportamiento que se sienta bien para ti. No estallarás; puedes experimentar tu estructura presente como una interacción a nivel espacio, y luego solo subir si quieres.

Cambiar tu nivel de vibración, elevar tu nivel de amor, es la única acción que resulta en cambio real para algo mejor. Encuentros de grupo, libertad sexual, revolución, yoga, dietas, ascetismo, música de rock, drogas, todos los caminos dependen de tu interés y poder creativo para ser efectivos. Todos son buenos juegos, pero no trates de forzarte más allá del tiempo en el que estés realmente interesado. Funcionan solamente mientras tu atención en ellos está encendida. Y cuando funcionan muy bien, con gran éxito, es posible que «pierdas interés». Cuando sientes tu estructura convirtiéndose en energía y luego en espacio, es muy posible que te retraigas, a menos que aceptes lo que está sucediendo y te estabilices en un nuevo nivel.

Realmente hay juegos más amorosos que mejorarte a ti mismo o reformar a otras personas, o de otro modo usar tensión negativa para endurecer tu estructura.

Ten en mente que tu superviviencia no depende de ninguna estructura. Eres una unidad, una entidad justo como todas las demás en el universo. Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder.

Realmente hay juegos más amorosos que mejorarte a ti mismo o reformar a otras personas, o de otro modo usar tensión negativa para endurecer tu estructura.

No hay nada «equivocado» con usar eventos negativos para definir tu ego, mientras lo hagas conscientemente, porque quieres. Lo único equivocado en cualquier actividad es estar desconectado de la consciencia de lo que estás haciendo. Podemos jugar estos tontos juegos con mucho más placer cuando estamos conscientes de lo que realmente estamos haciendo.

Cuando ofreces a las personas soluciones espirituales —o soluciones de cualquier tipo, para ser claros— estás pidiéndoles que renuncien a los que los hace sentir activos, vivos, definidos —su estructura del ego. Ten cuidado —¡es peligroso!

Ten en mente que tu superviviencia no depende de ninguna estructura. Eres una unidad, una entidad justo como todas las demás en el universo. Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder.

Bueno, para comenzar, toma en cuenta que cada ser humano es un perfecto lo-que-sea-que-es justo ahora. Cada estado de consciencia es perfecto y completo, y no necesita ser cambiado. Y cada cambio de consciencia es perfecto y completo, y no necesita ser extásico.

He tratado de cubrir todas posibilidades con un par de máximas:

«Ya sea que esté consciente de ello o no, soy uno con la causa de todo lo que existe»

«Ya sea que lo sienta o no, soy uno con todo el amor en el universo»

Por Thaddeus Golas

[Capítulo 7]